martes, 23 de mayo de 2017

ECDH-203: La Actualidad del Misterio 22-5-1

Hoy en el programa de la Actualidad del Misterio, trataremos los siguientes temas: Misterioso OVNI verde resplandeciente aparece sobre Exeter, Reino Unido. La positividad es una estafa y la ira es creativa. Los problemas de los obsoletos trajes espaciales de la NASA. El ciberataque masivo pasa por caja: recauda 26.000 dólares.




- Misterioso OVNI verde resplandeciente aparece sobre Exeter, Reino Unido. 1/5/2017.
Informe del testigo: El 4 de abril de 2017 estaba tomando fotos de la iglesia en la aldea de Kenn, cerca de Exeter, Reino Unido. Era una tarde muy soleada con pocas nubes. Mi coche estaba estacionado a poca distancia de la iglesia y volví a ella, pasé por una puerta de un campo con un solo árbol en la línea del cielo.
Pensé que podría hacer una buena captura a pesar de que la luz era muy lejana, así que la saque de todos modos. Y no fue hasta que llegué a casa y descargé las fotos que me di cuenta de un objeto cilíndrico en el la foto. 
No pude evitar pensar en lo típico que es que desde al menos 1969 he visto muchas cosas que no podía explicar y no tenía una cámara a en mano, y luego capturar algo así en la cámara sin ni siquiera verlo con mis ojos. "Caso Mufon 83438". 
El OVNI de color turquesa y ligero muestra una notable similitud con el brillante OVNI verde que apareció en el cielo sobre los Países Bajos capturado por Harry Perton en Groningen en junio de 2015 


- La positividad es una estafa y la ira es creativa. 1/5/2017.
La positividad de nuestro siglo es un problema mental. Sobrevenido, diseñado y provocado, pero un problema mental. No nos referimos a la felicidad limpia y natural, sino a la positividad cool empresarial.
En un artículo de Qz, William Davis, autor de "The Happiness Industry" dibuja esta filosofía: «Los empleadores buscan varias maneras de impulsar la moral y el estado de ánimo de los empleados, o, si falla, instruirlos sobre cómo comportarse de una manera feliz». Hablamos de una protorreligión «donde el optimismo y la autocreencia son obligaciones casi morales».
BBC Mundo recogió una historia que sirve de metáfora. Un trabajador de Boston, al llegar la navidad, recibió un sobre cerrado desde Recursos Humanos. En el dorso, unas palabras lo hicieron salivar. «Bono incentivo de la empresa», «apreciamos tu trabajo duro». El artículo no especifica cuántas caritas sonrientes o flores saltarinas adornaban estas dos frases. La víctima destapó el sobre, se preparó para contar billetes, pero del interior brotaron un montón de cupones de descuento. El despropósito fue a más. Los papeluchos pertenecían a California: para poder gastarlos debía conducir 45 horas.
Él esperaba dinero porque, al fin y al cabo, es para lo que está uno en una oficina por mucho que finjamos otras adherencias más espirituales (o que incluso nos convenzamos de ellas), y en vez de eso, el muchacho recibió un festival de color, de papel brilloso e incanjeable. Un regalo puramente sensorial como las llaves de colores que se dan a los bebés.
La anécdota explica cómo funcionan las tripas del positivismo cool. Se trata de una actitud vacía, una bola de persuasión que se persuade a sí misma, un juego de espejos. A través de cientos de libros, conferencias, programas, secciones de radio y tazas de café se ha asociado, de manera incorregible, la productividad al estado de ánimo de los trabajadores.
Conseguir un objetivo es fácil, es cuestión de actitud, querer es poder (y demás patrañas). En política se llamaría demagogia, pero no en el mundo empresarial: aquí se le pone un nombrecito en inglés, un par de números (2.0, 3.1) y a funcionar. Si se eslabona la predisposición con la consecución de objetivos, el camino de vuelta de la cadena es aterrador. Si no consigues algo, es porque no lo deseabas.
Resumiendo: el jefe tiene en sus manos el derecho al resarcimiento del traicionado. Una solución imaginativa de la ideología empresarial para que, por mucho te cuelguen un par de rastas de la nuca y luzcas una dilatación en el lóbulo, sigas sirviendo a un patrón y que, encima, no lo sepas y pienses que te sacrificas en beneficio propio; por tu propia profesionalidad.
De hecho, una de las bases de las teorías de liderazgo es agarrar al trabajador por la moral: «Hay que contratar a las personas no por lo que conocen en primer término, sino por sus creencias y convicciones», dice Alejandro Suárez en un artículo-cenagal titulado Sé Cool: motiva a tus empleados.
Va a más: «El empleado ideal es el que se considera, en cierto modo, copropietario de la empresa [que se considere, no que lo sea]… debe sentirse importante en el seno de su estructura [que no serlo]».
Desengañémonos. Los empresarios no quieren la felicidad de los empleados. Si un coach o un psicólogo joven y con minutos en prime time hubiera concluido que la acidez estomacal de los trabajadores mejoraba el negocio, los jefes los convencerían de desayunar tostadas con alioli y anchoas, incluso suministrarían el mejunje gratuitamente.
Sin embargo, algunas investigaciones hablan de los efectos perniciosos del teatro cool wonderful. Fingir emociones constantemente nos inclina a la frustración, al agotamiento e incluso a la depresión. Tergiversar nuestro estado ánimo tiene hasta nombre: disonancia emocional.
El psicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur Joseph Forgas defiende el mal humor en cierto grado. Habla de que el pensamiento crítico y la capacidad de comunicación crecen cuando la felicidad disminuye. Como recoge Qz, Forgas atribuye la vinculación entre irritación y atención a razones evolutivas. Sería como una alarma que «informa de que nos enfrentamos a una situación nueva, desconocida y potencialmente problemática», así que nos predisponemos a una mejor concentración.
Irritados procesamos mejor la información. Pero Forgas se refiere al pensamiento crítico y eso es lo que la positividad molona pretende neutralizar. Echemos un vistazo a las fotos que ofrece Google a búsquedas como «oficina trabajadores». Vemos sonrisas de papel pintado, dientes, ojos histéricamente iluminados como los que los predicadores cristianos de la Puerta del Sol intentan imponer a los transeúntes; la sonrisa de secta es una sonrisa imperativa y acusadora.
Durante tiempo se ha asumido como creencia que la positividad estimula la creatividad, pero también, desde el ámbito académico, se señala el cabreo como sintetizador de buenas ideas. La ira como catalizadora de creatividad.
Sin embargo, el debate no debería posicionarse en condecorar a una determinada emoción con facultades más propicias para la invención y la generación de nuevas líneas de pensamiento y perspectivas. La clave podría anidar en la fluctuación, en evitar el túnel de funcionar dentro de la telaraña de una sola emoción. Cada emoción tiene su óptica y aporta una información diferente.
Una ira prolongada, y eso cualquier periodista lo sabe (los periodistas desayunan cruasanes de mala uva), puede llegar a bloquear. La positividad saltimbanqui es todavía más peligrosa: te la pueden colar por todas partes porque deshabilitas tu radar para las amenazas. Piénsalo: Rajoy siempre preferiría que lo entrevistara un profesional entusiasta tipo España Directo.


- Los problemas de los obsoletos trajes espaciales de la NASA. 4/5/2017.
Actualmente solo existen tres tipos de escafandras para realizar actividades extravehiculares (EVAs): los Orlán-MK rusos, los EMU estadounidenses y los Feitian chinos, pero como estos últimos derivan directamente de los Orlán, en realidad podemos limitar el número de trajes espaciales operativos a dos. Tanto el Orlán como el EMU se usan regularmente a bordo de la estación espacial internacional y, precisamente, una nueva auditoría de la NASA ha puesto el foco en los problemas de los EMU. Y son numerosos, especialmente teniendo en cuenta que solamente hay once unidades disponibles en todo el mundo. 
Veamos. El EMU (Extravehicular Mobility Unit) se introdujo en los años 70 como traje extravehicular para las misiones del transbordador espacial y su diseño incorpora numerosas características heredadas directamente del famoso traje A7L usado en el Apolo y el Skylab. Los EMU que se usan en la ISS son una versión mejorada —Enhanced EMU— que debutó en 1998. El A7L del Apolo tenía un diseño totalmente flexible y el astronauta se lo ponía abriéndolo por detrás gracias a una cremallera, pero el EMU incorpora un diseño semirrígido. 
El astronauta se pone el EMU colcándose primero el torso rígido superior y luego la parte inferior con las perneras, finalizando con el casco, los guantes y la mochila de soporte vital o PLSS. El EMU cuenta con la ventaja de ser modular y, por tanto, tiene un mantenimiento más sencillo y se adapta mejor que el Orlán a las distintas fisiologías de los astronautas que pasan por la ISS. Su principal desventaja es que se necesita ayuda para ponérselo correctamente, a diferencia del Orlán ruso, aunque también ha sido criticado por su presión interna. El EMU tiene una presión muy baja, al igual que el A7L del Apolo, lo que le confiere una mayor movilidad que el Orlán. Pero el problema es que, por el mismo motivo, también requiere un procedimiento de descompresión más engorroso que el de la escafandra rusa. En el caso de las misiones Apolo no existía este inconveniente porque la atmósfera interna de los vehículos era de oxígeno puro, pero no así en la ISS, donde se emplea una atmósfera similar a la terrestre a nivel del mar. 
Sea como sea, el EMU mejorado de la ISS es con diferencia la escafandra que más actividades extravehiculares ha realizado en la historia. En teoría cada EMU debe retirarse o recibir mantenimiento en tierra cada seis años o 25 paseos espaciales —lo que ocurra antes—, pero la NASA se ha saltado sus propias reglas y en el caso de un EMU han pasado hasta nueve años antes de que fuera sometido al mantenimiento requerido. En total ha habido 27 incidentes de seguridad relacionados con el EMU, aunque ningún astronauta ha resultado herido en este tiempo. Los incidentes han estado relacionados con bajas temperaturas experimentadas dentro del traje, la monitorización de los niveles de dióxido de carbono y ligeros desperfectos en los guantes. 
Pero el más grave fue sin duda el que tuvo lugar el 16 de julio de 2014 durante la EVA-23. Una ‘intrusión de agua’ en el casco del EMU provocó que el astronauta italiano Luca Parmitano casi se ahogase durante el paseo espacial. Cerca de un litro y medio de agua procedente del sistema de refrigeración —los astronautas llevan un traje con tubos llenos de agua para mantener su temperatura estable— se filtró al circuito de ventilación del oxígeno por culpa de ciertas partículas que habían bloqueado el separador de agua de la escafandra. Lo peor del caso es que no era la primera vez que esto sucedía, aunque sí fue el escape más grave hasta el momento. El incidente, potencialmente mortal, puso de manifiesto otro de los defectos del EMU y es que los circuitos de ventilación y del agua del traje están conectados para ahorrar masa y espacio. Como resultado se decidió instalar tejido absorbente adicional dentro del casco y un tubo de respiración —un snorkel— para garantizar que el astronauta pueda respirar si se vuelve a filtrar agua (debido a su alta tensión superficial el agua derramada se puede acumular sobre la cara del astronauta casi como si fuera un facehugger de Alien). 
Por otro lado, el EMU incorpora con una bolsa para el astronauta que solo puede llevar hasta 0,9 litros de agua potable. El problema surge si tenemos en cuenta que los procedimientos de la NASA aconsejan que un astronauta beba 0,22 litros por hora como mínimo para evitar la deshidratación durante un paseo espacial. Sin embargo, los astronautas pueden llevar puesto el EMU durante cerca de diez horas (las EVAs duran normalmente entre cinco y siete horas, pero a este tiempo hay que añadir los periodos de descompresión y presurización dentro de la esclusa Quest con el casco puesto). O sea, un déficit de agua de 1,3 litros. Por si esto fuera poco los astronautas ya no pueden comer durante una EVA porque la NASA decidió dejar de colocar las barritas energéticas dentro del casco por los problemas que conllevaban (manchas en el casco y pérdida de visibilidad, mucho tiempo para colocarlas, etc.). 
Pero la gran limitación de los EMU es la mochila de soporte vital o PLSS, el corazón de la escafandra. La PLSS es el elemento clave del traje y es la que convierte cada escafandra en una nave espacial en miniatura. Las PLSS son caras y extremadamente complejas y fueron fabricadas usando tecnologías de los años 70, muchas de las cuales son obsoletas hoy en día. La NASA solamente construyó 18 mochilas PLSS, pero cinco se destruyeron en los accidentes del Challenger, el Columbia y la nave de carga Dragon SpX-7. Como resultado la NASA solo tiene disponibles once mochilas PLSS —asociadas a once trajes correspondientes—, cuatro de ellas a bordo de la ISS (con números de serie 3003, 3006, 3008 y 3010). 
Las PLSS son el talón de Aquiles de los trajes EMU, ya que su elevado coste —se estima que hasta 250 millones de dólares la pieza (!!)— y el empleo de tecnologías obsoletas impide que puedan ser sustituidas a corto plazo. Precisamente la NASA lleva décadas intentando crear un traje sustituto del EMU sin éxito. Durante la última década la NASA se ha gastado casi doscientos millones de dólares en varios proyectos de trajes intra y extravehiculares. 
La agencia ha desarrollado el prototipo de mochila PLSS 1.0 por 11 millones de dólares, el PLSS 2.0 por 11,3 millones y el PLSS 2.5 por 16,3 millones, pero no ha logrado construir un ejemplar operativo. El objetivo es disponer cuanto antes del traje xEMU Lite (Exploration EMU Lite) para sustituir los EMU de la ISS en 2023. O sea, un año antes de que expire la vida útil de la ISS (aunque probablemente se ampliará a 2028 dentro de poco). Estos trajes serían a su vez sustituidos por los xEMU para las misiones de espacio profundo de la nave Orión y, con el tiempo y suerte, el mEMU para misiones a Marte. Curiosamente, muchas de las mejoras que la NASA quiere incorporar en estos futuros trajes ya se emplean en el traje ruso Orlán, como es una mayor presión interna —para simplificar los protocolos de descompresión— y el uso de la mochila PLSS como ‘escotilla’ para acceder al interior de la escafandra. 
Mientras llega el xEMU de nueva generación la NASA deberá tratar con mucho mimo los once EMU existentes, cada uno dotado de una mochila de soporte vital con casi tres décadas a sus espaldas, nunca mejor dicho. Está claro que su valor estratégico es enorme y la agencia espacial no puede permitirse el lujo de perder más unidades.


- ¿Ha llegado el 'superhombre'? Nacerá el primer bebé genéticamente 'perfecto' en Argentina. 3/5/2017.
El objetivo del diagnóstico genético es quedarse solo con los embriones sanos cromosómicamente y descartar, por ejemplo, aquellos que pudieran tener síndrome de Down.
En la provincia argentina de Córdoba una mujer de 40 años dará a luz en los próximos días al primer bebé genéticamente diagnosticado. La clínica de fecundación asistida Fecundart fue la responsable de implementar el método conocido como Diagnóstico Genético de Preimplantación (PGS, por sus siglas en inglés), que consiste en un análisis genético embrionario para la detección de anomalías en el número de cromosomas.
Según detalló el portal `La nueva mañana´, el PGS "identifica los embriones sanos cromosómicamente para la transferencia y descarta los que no lo son". Ese grupo incluye aquellos que podrían tener síndrome de Down o fibrosis quística y, además, el descarte evita la posibilidad de sufrir abortos espontáneos o embarazos múltiples.
El director médico de Fecundart, José Pérez Alzaa, explicó que obtuvieron seis embriones "sanos" y, de los tres que implantaron, todos lograron embarazos que actualmente están en curso.
¿Cómo es el procedimiento?
En diálogo con Cadena 3, el profesional apuntó que la metodología consiste en tomar "tres o cuatro células de la placenta primitiva de ese embrión, sobre las cuales hacemos un estudio para establecer si va a haber algún problema cromosómico".
Con un equipo láser, "se realiza un orificio en la membrana donde se encuentran el embrión" y de allí se extraen las células "sin tocar" al bebé. A partir de eso, se lleva a cabo "el análisis clásico de recuento de cromosomas o la búsqueda de la mutación de la enfermedad que estamos buscando".
Diagnóstico no es manipulación
En diálogo con RT, José Pérez Alzaa explicó que "más que manipulación o selección genética, lo que estamos haciendo es un diagnóstico". Se trata de saber "de todos esos embriones cual es el óptimo para implantarse y obtener un embarazo". En ese aspecto, recordó que este tratamiento "apunta a embarazar mujeres con distintos problemas para concebir y la causa número uno de fracaso es el embrión que tiene una alteración cromosómica".
"Así, evitamos a la paciente repetir los tratamientos y los fracasos, con todo lo que representa en términos de estrés psicológico", añadió el especialista. Alzaa subrayó que en Fecundart empezaron a trabajar con el PGS "en 2014 o 2015, tras adquirir todo el equipamiento" y "los primeros embarazos los tuvimos en 2016".
Consultado sobre lo que sucede con los embriones no seleccionados, el médico remarcó que la Constitución argentina y el Código Civil hablan de "personas al momento de la fecundación", mientras que antes "se consideraba persona al momento de la implantación". Es por eso que "los preservamos, no los descartamos", explicó.
El director de la clínica comentó que tienen "embriones que son normales, que son los que se implantan", y "embriones aneuploides, que son incompatibles con la vida y, por lo tanto, no se pueden implantar porque no van a prosperar". Finalmente, los "embriones con problemas cromosómicos, pero que son viables" se conservan a la espera de que algún paciente los requiera o se modifique la legislación.


- Telefónica sufre un 'hackeo' masivo y el CNI hace saltar las alarmas: cómo y a quién afecta. 12/5/2017.
Los autores del ataque piden un rescate en bitcoin para recuperar los archivos bloqueados
Empresas, países y expertos confirman que ya el ataque está bajo control
Telefónica ha sufrido un ataque de ramsonware en la mañana de el viernes en su sede corporativa. El grave incidente ha obligado a la operadora a avisar por megafonía a sus empleados de que apagaran los ordenadores por un problema de vulnerabilidad. En los avisos, que se han ido reiterando a lo largo de toda la mañana, la compañía ha pedido también a los trabajadores que desconectasen sus teléfonos móviles de las redes wifi de la empresa.
Al parecer, el problema ha sido causado por un ramsonware, un tipo de programa informático malintencionado que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema infectado, y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción. Fuentes internas de la teleco aseguran que los autores del ciberataque habrían pedido ya a la operadora un rescate para eliminar las restricciones a los archivos y equipos secuestrados. El pago se exige en bitcoin y, según ha precisado la empresa de seguridad Sophos, los ciberdelincuentes habrían solicitado en un principio un pago de 300 dólares por ordenador hackeado. Una cifra que iría aumentando según la empresa dejase pasar las horas.
Bajo control
El ciberataque que ha afectado desde el viernes a más de cien países ya ha sido controlado, aseguró hoy a Efe Vicente Díaz, analista de la firma rusa de seguridad cibernética Kaspersky. “Está controlado. El código malicioso en particular que se utilizó para el ciberataque ya ha sido neutralizado. El viernes cogió por sorpresa a mucha gente. Pero en cuanto las empresas entendieron lo que estaba pasando, todo el mundo corrió a encontrar una solución”, según Díaz.
El especialista cree que el hecho de que el ciberataque “casi planetario” fuera “portada” en todos los medios de información general hizo que la comunidad internacional se tomara muy en serio el ataque y sus consecuencias. “Ha sido revelador para mucha gente. En siete u ocho años no había habido otro igual”, señaló.
Ataque global
La alarma se disparó en todo el mundo. El software malicioso de tipo ramsonware, que también había afectado a otras grandes empresas españolas, se había extendido a escala global. Jakub Kroustek, especialista de Avast indicó en su blog que se habían detectado 57.000 ataques del WanaCrypt0r 2.0 en todo el mundo, con Ucrania, Rusia y Taiwán como principales objetivos. También Costin Raiu, director global del equipo de investigación de Karspesky Lab, señaló en Twitter que su empresa había detectado 45.000 ataques ramsonware en 74 países alrededor del mundo. Entre los principales afectados, la sanidad pública británica (NHS) donde el virús dejó paralizado a 16 hospitales.
En España el Centro Criptológico Nacional (CCN Cert), dependiente del Gobierno (CNI), ha emitido un comunicado en el que se alerta de un ataque masivo de ramsonware a varias organizaciones españolas que afecta a sistemas Windows, cifrando todos sus archivos, y los de las unidades de red que estén conectadas, infectando al resto de equipos con Windows que haya en esa misma red. Los sistemas afectados son Windows 7, 8.1, 10, Server 2016, Vista SP2, Server 2008 SP2 y Server 2012. El organismo ha calificado la alerta de "nivel muy alto" y ha recomendado actualizar los sistemas a su última versión o parchear según informa Microsoft, fabricante de Windows.
En este sentido, el organismo español recuerda que Microsoft ya informó de esta vulnerabilidad el día 14 de marzo en su boletín y que hace unos días se hizo pública una prueba de concepto que parece que ha sido el desencadenante de la campaña.
Alta tensión en Telefónica
El hackeo sufrido por Telefónica ha afectado tanto a la corporación como a las instalaciones de otras filiales del grupo que tienen su sede en el Distrito C. En principio, se sospecha que el agujero de seguridad se habría producido tras abrir un empleado un link que no debía en un correo electrónico. A partir de ahí, el virus se habría extendido por la compañía. 
Ante esta situación, que ha generado un estado de alta tensión en algunas dependencias, la compañía ha ordenado a los empleados que mantengan los ordenadores apagados hasta nueva orden y se marchen a su casa. Además, han insistido por megafonía que "desde estos momentos y hasta nueva orden, no se podrán sacar equipos informáticos del complejo". La empresa ha indicado también a sus trabajadores que enviarán un correo electrónico a través del móvil cuando la situación se haya normalizado.
Sobre las 15:00 horas, la teleco confirmó la incidencia. En un comunicado, Telefónica dijo que a media mañana del día de hoy se ha detectado un incidente de ciberseguridad que ha afectado los PCs de algunos empleados de la red corporativa interna de la compañía. “De forma inmediata, se ha activado el protocolo de seguridad para este tipo de incidencias con la intención de que los ordenadores afectados funcionen con normalidad lo antes posible”, señaló la empresa. Esta insiste en que sus clientes no se han visto afectados.
Esta tarde Movistar Venezuela ha dicho a través de su cuenta oficial de Twitter que el Grupo Telefónica ha activado el protocolo mundial de seguridad informática por lo que “nuestros sistemas están temporalmente fuera de servicio”. La empresa indicó que la contingencia impedía procesar transacciones en los centros de servicio, call center y a través de la aplicación Mi Movistar. La operadora, no obstante, deja claro que los servicios funcionaron sin inconvenientes en todo el país.
Desconexiones preventivas
El ciberataque ha obligado a tomar medidas drásticas y urgentes a otras grandes empresas, algunas también del Ibex 35, entre ellas figura Ferrovial.
En un comunicado interno, esta compañía ha explicado que "por una amenaza global de seguridad procedemos a cortar todos los accesos a internet así como el correo electrónico hacia y desde el exterior". La empresa señala que algunas aplicaciones también podrían verse afectadas. Ferrovial también advierte de que en cuanto se estabilice y se resuelva dicha amenaza procederá a restablecer los servicios. La compañía se disculpa y ha lamentado las molestias que esta situación pueda ocasionar.
A su vez, la consultora Everis ha ordenado a sus empleados que apaguen los ordenadores y no los enciendan hasta recibir noticias del departamento de seguridad. En un comunicado interno, Everis indica que se ha detectado un ataque de ramsonware en “varios de nuestros clientes”. La consultora señala que como medida preventiva “vamos a dar de baja los sistemas internos que puedan verse impactados o que puedan ser utilizados para la propagación”. La firma pide a los empleados que se mantengan conectados a través de sus smartphones o tabletas.
Ante el ataque, también Indra ha decidido tomar medidas y ha cortado a sus empleados la navegación por internet, y la entidad pública Red.es ha bloqueado los accesos externos de su red, además de indicar a sus empleados que trabajen solo con la red interna.
Pero ha habido muchas más empresas y bancos que se han visto salpicados por el ciberataque, como es el caso de Gas Natural Fenosa y de Iberdrola. Sobre las 12 de la mañana, los servicios de seguridad de ambas eléctricas han dado la orden de apagar los ordenadores, en reiterados mensajes a través de megafonía a sus empleados. Muchos se han marchado después a casa. Todavía a estas horas, mantienen apagados los equipos, aseguran que "por prudencia".
Iberdrola y Gas Natural, que confirman que el ciberataque no ha afectado a sus centros de producción ni a la seguridad de suministro, se escudan en que se trata de una acción contra Telefónica y no contra ellas, pero que les ha afectado indirectamente como usuarias de la red de la operadora. Casualmente, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca se encontraba en esos momentos dando una conferencia ante analistas de presentación de los resultados trimestrales.
Otras corporaciones podrían haberse visto afectadas por el ciberataque como BBVA, Santander, Cap Gemini, KPMG y Vodafone. Aunque algunas han corrido para desmentirlo categóricamente. Es el caso del BBVA, KPMG y Capgemini. Un portavoz del BBVA ha asegurado a CincoDías que lo publicado por algunos medios es absolutamente falso. "Aquí la situación es de total normalidad. Nuestro centro de alerta temprana está siempre mirando cualquier contratiempo que pueda surgir, pero no ha detectado absolutamente nada".
También Capgemini ha enviado un comunicado en el que precisa que la compañía desmiente que haya sufrido algún ataque. "No hemos tenido ninguna incidencia de este tipo y toda la empresa está funcionando con total normalidad". Por su parte, fuentes de Vodafone han precisado a este periódico que la compañía no se ha visto afectada por el ataque. La operadora, no obstante, ha decidido tomar medidas preventivas para evitar ser hackeada. Así, Vodafone ha decidido cortar el acceso a internet de los empleados. En esta misma línea, fuentes del sector aseguran que algunas grandes empresas han optado por llevar a cabo apagados preventivos de sus ordenadores para evitar el ciberataque.
Lo que parece claro, según los expertos de ciberseguridad consultados, es que el hackeo busca infectar aleatoriamente a todas las organizaciones que pueda (aquellas que no han actualizado sus sistemas), pero que no hay un ataque selectivo ni una intención de afectar a infraestructuras críticas.



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